El pasado fín de semana, Enrique, Carmen, Carlos y Sixto de Espeleo Salamandra junto con Emilio (ya miembro honorífico) nos fuimos a conocer la Sierra de Castril, donde realizamos 4 de sus barrancos: Tabernillas, Magdalena, Túnez y Buitre
El viernes por la tarde, llegamos al camping El Cortijillo, donde nos alojamos en un fabuloso y confortable apartamento.
Sábado día 6: Barranco de las Tabernillas y Puerta de la Malena
El sábado por la mañana de manera un poco improvisada, partimos para el Barranco de las Tabernillas. Es un barranco seco, por lo que la persona más experimentada del grupo nos recomendó no llevar neopreno; algunos hicieron caso y otros no...
Tras hacer la combinación y la aproximación, llegamos al cauce seco del Tabernillas
Tras algunos rápeles pequeños, llegamos a la mayor vertical del barranco, de unos 35 metros de altura.
Luego ocurrió una cosa muy curiosa: una pequeña surgencia comenzó a aportar agua al barranco y los que no llevaban neopreno tuvieron que hacer malabares para no mojarse.
Finalmente, salimos del barranco y nos fuimos a la Magdalena
Tras un pateillo de 15 minutos, llegamos a la Magdalena que, también iba con agua y de nuevo, tuvimos que hacer malabares para no mojarnos.
Tras los cañones, fuimos al camping a descansar.
Domingo día 7: Barranco de Túnez
Tras una preciosa aproximación de casi dos horas, llevamos al cauce del barranco.
Era tal el frío que las charcas estaban congeladas.
El barranco se encontraba prácticamente seco, pero la morfología de la roca era espectacular
Poco a poco, el barranco comienza a coger verticalidad y a cerrarse.
Tras una sucesión de largos rápeles encajonados, llegamos al final del barranco.
Lunes día 8. Barranco del Buitre
El famoso Buitre; el barranco que no nos podía faltar en
Castril.
Tras llegar al Cortijo de Lézar y remontar cañón arriba,
comenzamos su descenso.
Qué bonita es la amistad!!
Otra vez pensábamos que el barranco estaba seco, por lo que
sólo llevábamos el peto… no obstante, en algunas de las pozas no se hacía pie
jejeje
Este guiado evita caer en la poza.
Esta roca sostenía la guía jajajaja
En mitad del barranco, decidimos ir al coche en un escape
para ponernos la chaqueta y continuar aunque en el siguiente rápel, nos dimos
cuenta de que el barranco se seca por
completo, a excepción de pequeñas pozas con el agua a la rodilla jijiji
Tras el seco barranco, llegamos a la surgencia final con el agua limpia y cristalina y curiosamente, no tan fría como los pequeños charcos que nos encontrábamos en el cañón.
Ya de vuela, paramos a comer algo y nos fuimos a casa.
Gracias a los amigos por compartir la experiencia y esperamos volver a estas tierras granadinas a hacer los cañones que nos quedan de la zona.
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